Uno de mis autores inspiracionales favoritos es Max Lucado. Recién he comenzado a leer dos de sus libros Facing your Giants y Experiencing the Heart of Jesus. En este último Lucado bautiza al lector con las correctas palabras de la Biblia, necesarias para ayudar al caído y reconfortar al enfermo. Quiero compartir con ustedes algunos de esos versículos conmovedores que he leído muchas veces antes, pero parecen nuevos y especiales y escritos solamente para mi, en el día de hoy.
1Corintios 8:3
8:3 en cambio, el que ama a Dios es reconocido por Dios.
Salmos 95:22
22 Echa sobre Jehová tu carga[l]
y él te sostendrá;
no dejará para siempre caído al justo.[m]
2 Corintios 4:8-9
8 que estamos atribulados en todo, pero no angustiados;[i] en apuros, pero no desesperados;[j]
9 perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos
2 Corintios 12:9-10
9 Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad».[c] Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.[d]
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