lunes, 9 de julio de 2007
Este fue el primer fragmento de la Biblia que leí luego de mi diagnóstico. El Salmo 6 recoge el dolor del salmista y de todo aquel que sufre. El Salmo culmina en victoria.
Salmos 6 (Reina-Valera )
Salmos 6 1JEHOVA, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues con tu ira.
2Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado: Sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.
3Mi alma asimismo está muy conturbada: Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
4Vuelve, oh Jehová, libra mi alma; Sálvame por tu misericordia.
5Porque en la muerte no hay memoria de ti: ¿Quién te loará en el sepulcro?
6Heme consumido á fuerza de gemir: Todas las noches inundo mi lecho, Riego mi estrado con mis lágrimas.
7Mis ojos están carcomidos de descontento; Hanse envejecido á causa de todos mis angustiadores.
8Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
9Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.
10Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos; Volveránse y serán avergonzados subitámente.
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