JOSUÉ 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;
no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios
estará contigo en dondequiera que vayas.
por Sonia M.Rosa-Vélez
Ni aniversarios de ningún tipo, ni cumpleaños, tampoco me gustan las sorpresas. Los aniversarios y los cumpleaños porque nunca ocurren como los vivo en mi imaginación y mi imaginación es fructífera. Puedo contar historias hasta llenar varios tomos de una enciclopedia de celebraciones negras, que terminaron en pleitos estúpidos, celebraciones que solo yo quería celebrar y como suelo ser necia, quería que los otros hicieran un “Mind Meld “ a lo Star Trek y me leyeran los pensamientos, e hicieran las cuatro tonterías que yo pensaba que me iban a hacer felíz.
No puedo olvidar el día en que todos, si, todos se olvidaron de mi cumpleaños. Ese fue el día en que decidí cambiar y no esperar que otros se alegraran por mi, fueran los dueños y señores de mi felicidad. De ahí en adelante yo decidí celebrar mis propias fiestas, regalarme flores, comprar el pastel más grande y hermoso y compartirlo con mis estudiantes, con mis compañeros de trabajo, ser la dueña y creadora de mi felicidad.
Hoy es un día estupendo, la temperatura es perfecta, el sol brilla sin calentar demasiado y los pájaros cantan sin parar. Mi perro duerme a mis pies y no puedo dejar de escuchar el reloj ruidoso de mi cuarto, que me recuerda que faltan solo 24 horas para el aniversario.
Como ya les mencioné he tenido una larga lista de decepcionantes aniversarios y cumpleaños. Este aniversario, es una maleta pesada de cosas buenas y cosas malas. Hace un año, un 12 de abril, hermoso como hoy me diagnosticaron con cáncer del seno en etapa 4. Tengo unas estadísticas impresionantes del último año: he estado hospitalizada siete veces, me han puesto 5 líneas de acceso y un Mediport, el Mediport se rompió se filtró la quimioterapia (Taxol)y tuve quemaduras de primer, segundo y tercer grado en el pecho, he tenido dos cirujías, me caí en un accidente casero por demás tonto y me rompí el menisco de la rodilla izquierda, he tenido varias infecciones tenaces porque mi sistema immune está comprometido a consecuencia de las quimioterapias, tuve que dejar mi empleo, todavía no me han podido dar radioterapia por la severidad de las infecciones etc, etc, etc. Y la belleza de todo esto es que estas cosas malas a uno se le olvidan. El cerebro las ubica en un lugar lejano y son solo eso una memoria de un momento. Una neurona que no siente ni padce, solo recuerda que ese evento pasó.
En este año que ha pasado han ocurrido cantidad de cosas por demás positivas: he visto a Alex crecer física, mental y emocionalmente, le enseñé a conducir a Alex, he asisitido a casi todas las actividades en las que Alex participa, casi mato a Eliud de varios sustos (esto lo escribo en broma pero no me alejo mucho de la realidad), Eli y yo nos unimos a el Reston Chorale y cantamos en un concierto clásico, mi libro fue publicado (Los mitos taínos: espejo de los mitos de América) y trabajo poco a poco en otros 2 libros, (uno de poemas y una biografía de un boricua ilustre) he sentido el amor de mi familia arropándome, se quienes son mis amigos (también me han tocado un par de “amigos de Job”), hasta gente que no conozco me ha tendido la mano, he aprendido varias lecciones sobre mi misma, estoy viva y en semi-remisión y me he forjado una nueva identidad. Soy felíz con las cosas simples y pequeñas y soy la dueña de mi felicidad.
La lección más grande que he aprendido es la confianza en Dios. No soy un baluarte de la fe, no se equivoquen. Me las paso cuestionando a Dios casi a a diario, porque la verdad es que no entiendo la razón de tanto dolor. Ha pasado un año y todavía no comprendo cual es el plan que el tiene para mi pero he recibido la paz de Dios. He aprendido a vivir día a día.
Hace poco hablaba con la maestra de voz de Alex y me preguntó como me podia ver tan bien, tan alegre con todo lo que me ha estado pasando.
Le contesté desde el alma, no tuve ni que pensarlo dos veces: “-Lo único que yo le voy a dejar a mi hijo Alex es mi ejemplo, y yo quiero que el sepa que en la vida hay que luchar y ser valiente.”
Wow, se me acaba de encender el bombillo. Quizás ese es el plan.
viernes, 11 de abril de 2008
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2 comentarios:
Grande! Esa es mi Sonia!
Que días cumples los años? No creo haberlo sabido nunca.
Un beso,
Roberto
Roberto:
Recién leo tú comantario. Cumplo años en junio. Este año me he inventado una fiesta, primero porque es un milagro que estoy viva y contándolo, y segundo porque quiero abrazar a todos los que vengan y reciprocarles el amor y la solidaridad que me han dado este año. Ya mismo te llega la invitación.
Sonia
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