domingo, 4 de noviembre de 2007

Puertorriqueñitis


Por Sonia M. Rosa-Vélez


Infección que ataca exclusivamente a los puertorriqueños que viven fuera de la isla durante los meses de noviembre a finales de enero de cada año.

Se caracteriza por un deseo intenso de regresar a Puerto Rico, sin importarle al individuo el costo de la transportación aérea. La persona luce letárgica y deprimida si no encuentra un vuelo en las fechas mencionadas. Por otro lado aquellos que encuentran los consabidos boletos presentan una euforia desmedida y un deseo que cae en lo obsesivo- compulsivo de planear fiestas.

Cabe mencionar algunas otras características que definen esta enfermedad son:

1) Deseos migratorios que mueven al individuo exclusivamente hacia el Caribe.
2) Antojitos de comida típica puertorriqueña.
3) Nostalgia por la música típica puertorriqueña.
4) Búsqueda obsesiva en You Tube de videos de Haciendo Puento en Otro Son y Fiel a la Vega, Tony Croatto, Los Gamma entre otros
5) Búsqueda obsesiva en Travelocity, Orbitz, etc, de pasajes a Puerto Rico a precio de descuento.
6) Llamadas telefónicas diarias a Puerto Rico.
7) En casos extremos algunos vegetarianos abandonan su dieta y comen durante esos meses platos típicos con carnes como lechón asado y asopao de pollo.
8) El individuo solo escucha y canta décimas navideñas.
9) El individuo afectado le enseña a sus hijos todas las estrofas del Villancico Yaucano (que es bastante largo).
10) La persona afectada decora su casa con motivos típicos boricuas como: pavas, pascuas, coquíes, gallos de pelea, nacimientos (probablemente sea dueño (a) de una colección de nacimientos), cemíes y aunque no sea Católico hasta santos tallados.
11) Deseos de bailar, cantar y tocar panderos.
12) La persona afectada declama con mucho dramatismo los poemas de Luis Palés Matos y hasta los de Julia de Burgos.
13) El individuo afectado reconoce que no ha visitado todas las islas del archipiélago de Puerto Rico y promete en su próxima visita tomar el ferry para ir a Vieques y Culebra. Visitar la Mona lo dejará para otro viaja en el que irán solo los primos y él a acampar y cazar cerdos salvajes.
14) En las mujeres se desata un deseo de vestirse sexy.
15) En las mujeres se desata también un deseo irracional de preparar pasteles. Aunque la mujer nunca prestó atención cuando su santa abuela le dio el seminario a todas las nenas de la familia de como hacer los sabrosos y tediosos pasteles.
16) Deseos de visitar el Yunque.
17)Deseos de ver amistades de la juventud.
18) Sed de agua de coco.
19)Necesidad de comprar una camiseta de colores brillantes y que diga Puerto Rico, de las que venden exclusivamente en el Bazar de Goyito en Aguada.
20) Deseos de llorar cada vez que el individuo mira las fotos digitales que tiene en Flicker de su último viaje a la isla.

Los últimos estudios genéticos han determinado que los boricuas poseen un gen migratorio igual que las aves y que la infección aunque no es contagiosa, y se mejora con un viajecito a la isla, no tiene cura.

3 comentarios:

Yuankho dijo...

Me encantó este artículo. Me hizo recordar aquellos tiempos... allá para el 1988. Fui a realizar "the american dream" después de una frustración con la institución religiosa que me empleaba en Puerto Rico.

Fui a la ciudad de Orlando en Florida, USA, a empezar "from scratch" con una nueva vida y nuevas metas. Después de gastar todo el dinero que obtuve de la venta de mis propiedades en Puerto Rico y después de recibir mi segunda frustración al no conseguir trabajo en el país donde "llueven empleos" deseaba regresar a mi pequeña y gigante isla, Puerto Rico.

Buscaba en la radio alguna emisora latina para ver si en algún momento podía escuchar "música de tierra adentro". En ocaciones solían poner una canción puertorriqueñísima de Yolandita Monje que resonaba en mi mente durante todo el día con el punteo del Cuatro hablando a mis oidos. Y mis lágrimas latigaban mi espíritu con la frase ¿qué hago en este país extraño?

Necesitaba escuchar el canto del coquí, los pitirres y los ruiseñores en la madrugada, el gallo en la mañana, el ladrar de los perros callejeros al ver pasar a un desconocido, ver despuntar el sol por la montaña y saborear el aroma del café colao', espaciarme en la belleza de la curvilínea tierra de borikén que parecía moverse al son del aleteo de las palomas y del trinar de la reinita. Extasiarme en los millones de verdes de nuestra flora y la variada multitud de la arboleda. ¡Ah! ¡Qué maravilla!

Lo único que veía en Orlando era la gran cantidad de empinados mausoleos, una aburrida planicie... llena de pinos y pinos y más pinos... sin kikirikiii, sin guauguau, ni miau miau... solo el ruidoso sonido de animales de metal que transitan por las calles y el ensordecedor ruido de las cigarras en la noche. Y todo por los malditos "billetes verdes".

Nada es comparable a lo nuestro. Nadie puede pagar lo que El Eterno nos ha regalado.

Dejé de soñar con el "sueño americano" y valga la redundancia para vivir la realidad del "sueño boricua"

Yuankho
de Aguada Puerto Rico

Sonia M. Rosa-Vélez dijo...

Yuanko:

No sabes que tenía la maleta preparada y ya hasta podía saborear la comida de mami, cuando me caí como una boba ayer. De mis propios pies.
Pasamos parte de la tarde en la sala de emergencia, donde me inmovilizaron la pierna, me ordenaron no viajar y ver a un ortopeda antes de salir.
Se suponía que ya estuviera en San Juan, que tristeza.
Definitivamente creo que tengo el caso más grave de puertorriqueñitis en el planeta.

Sonia M. Rosa-Vélez dijo...

Yuanko:

Hasta el sol de hoy, no me había enterado que te habías "migrado" a las costas de Orlando.

Bien lo dijo el maestro Corretjer: Sabe el hombre donde nace y no donde va a morir.

Tuve un hermano que dijo"Cuando salí de Collores"
y así cantó sus amores
al valle del que fué hijo.
Una y otra vez maldijo
la gloria que le trasyace
y en que su nombre renace
pues que llegó a comprenderlo
poco que es el saber
sabe el hombre donde nace

No-hay mas que-un solo camino
y ese quisiera tomar
mas la suerte del andar
maltrata y confunde al tino.
Nadie niegue su destino
es que ser hombre es seguir
y un ideal perseguir
por la vida hacia adelante
sabiendo lo que fue enante
y no donde va a morir.