sábado, 5 de abril de 2008

Todavía...

POr Sonia M. Rosa-Vélez

Recientemente me visitó una persona y sus palabras me tomaron por sorpresa pues al verme tras abrir la puerta dijo de golpe y porrazo:
_” Qué gusto verte. Todavía estás con nosotros”.

Pensé en una larga lista de comentarios cínicos con los que responderle pero opté por ser amable, invitarla a entrar y cambiar el tema.

El, “todavía estás con nosotros” siguió resonando en mi mente y cobrando forma. Esta dama no fue políticamente correcta cuando utilizó estás palabras. Ella resumió el asombro que aquellos que hace tiempo no me ven , experimenten al verme bien, sonreída, en pie de lucha luego de que hace un año me diagnosticaron con cáncer en etapa 4 y en el hospital de John Hopkins University me dijeron que ellos solo me podían dar “confort measures”.

Yo misma , en cierta manera, estoy asombrada de estar aquí y poder contar todo lo que me ha pasado este año. Ayer, visité a mi oncólogo que es un viejo lobo de mar, en asuntos del cáncer lo ha visto todo y me dijo:-“Haz pasado por tanto en este año que debes escribir un libro para que otros vean por lo que haz pasado y que vale la pena ser positivo.”

Llevo un año en una batalla personal y a la vez colectiva contra el cáncer. Hay días en que soy yo sola peleando la batalla de la mente, contra el cáncer. Y los mejores días son aquellos en que ese colectivo de amor, que son mis amigos y familiares y muchas veces hasta extraños me abrazan, con sus oraciones intercediendo por mi , me hacen el bien, me llaman, me escriben, me envían música de ánimo, me bendicen con sus palabras… Yo que soy desde muy niña tan amiga de las palabras, me re-conforto con las palabras correctas, sinceras, bien pensadas de aquellos que me aman y saben por lo que he pasado, por lo que estoy pasando.

Este ha sido el año más difícil de mi vida. Perdí símbolos de mi identidad y me tuve que forjar una identidad nueva. Pasé de auto-denominarme como super-mujer a ser una enferma y necesitada, me he autodenominado como la versión femenina de Job. Cuando creo que se han acabado las dificultades llega una nueva. He pasado por el valle de sombra de muerte y todavía estoy aquí, viva, viva para contarlo, viva y agradecida por cada minuto que Dios me regala. Gracias a Dios, todavía estoy con ustedes.